jueves, 7 de marzo de 2013

Ansiedad






La ansiedad es un estado psicológico caracterizado por desasosiego o temor excesivo. En determinadas circustancias, es completamente normal y puede ser beneficiosa, ya que prepara para la lucha o el estado de alerta, lo que se conoce como respuesta de "lucha o huida".

No obstante, en algunos casos, puede persistir y hacerse crónica sin que medie factor desencadenante alguno, por lo que en estos casos es posible que requieras el consejo y la ayuda de un terapeuta cualificado.

Los síntomas físicos de la ansiedad incluyen palpitaciones, dificultad respiratoria, sequedad de boca, náuseas, micciones frecuentes, taquicardia, dolor de cabeza, debilidad, apatía, tensión, dolores sin motivos aparentes, mareos, suspiros, vómitos, diarrea, sudoración, malestar de estómago, colon irritable o temblores, mientras que la piel puede resultar fría al tacto. Los síntomas mentales o emocionales son también diversos:    

Sensaciones de desasosiego, miedo, temor, irritabilidad, pánico, anticipación nerviosa, pavor, preocupación por cuestiones triviales, dificultad de concentración, dificultad para conciliar el sueño e incapacidad para relajarse. La ansiedad se asocia a menudo con la depresión. 

Puede ser recomendable que hagas más ejercicio, particularmente andar o nadar. El ejercicio promueve la liberación de endorfinas, lo que produce sensación de relajación y bienestar, el estiramiento muscular relaja tensiones y mejora la circulación.





Puede ser necesario la consulta a un profesional para ayudar a resolver los problemas y dilemas subyacentes. Si la ansiedad tiene su origen en un problema específico, resolver tal problema puede ser un tratamiento muy efectivo. Sin embargo, por lo general, la ansiedad tiene su origen en una merma de la autoestima y en sentimientos de inadaptación. En este caso, un profesional podría orientar y ayudar a la persona a mejorar el modo en que se percibe a si mism@, y también el modo en el que se relaciona con su entorno y sus circunstancias.


Terapias recomendadas para la ansiedad.



El quiromasaje aplicado regularmente puede liberar la tensión muscular y reducir el estrés y la ansiedad.


Los masajes con aceites esenciales pueden aliviar, calmar y tonificar.


La reflexología actúa sobre los meridianos y los acupuntos de pies y manos. Una sesión semanal durante seis semanas, puede ser un tratamiento eficaz para reducir la ansiedad.


Una respiración relajada, lenta y profunda es un factor vital para controlar la ansiedad. El terapeuta le enseñará las técnicas apropiadas, que deberá practicar regularmente y no solo cuando sienta los síntomas.

Meditación

La terapia tiene como objetivo relajar la mente y, por lo tanto, activar los mecanismos de relajación naturales del cuerpo. Deberá practicarla dos veces al día 5-10 minutos.



Resulta de gran ayuda, colabora a generar un equilibrio energético, una unidad entre cuerpo y mente, además de favorecer la respiración y muchas otras cosas que siempre sirven para alejar la tensión. Favorece la respiración y la relajación general del cuerpo.

Gracias por visitar mi blog, espero que te sea de ayuda.Pasa un buen día, y comparte este blog con tus amig@s, saludos Susana Vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario